sábado, 12 de febrero de 2011

Metamorfosis Condimentada a la Cata Rina

Esta es una de las historias, por las cuales se explica la verdadera migración de las moscas al campo.
Una mosca amiga mía y yo, tuvimos que irnos de campamento ya que ella se encontraba deprimida. No dijo razón alguna hasta que llegamos a la cima de nuestro campamento.
"Dime amiga mía, ¿Qué es lo que te acongoja? Le pregunté de modo sutil
"Los humanos Catarina amiga, los humanos, me dan miedocreo que me mudaré al campo con mis primos los moscos, ya no puedo soportarlo mas" Decía aterrada.
Por mi cabeza pasaron miles de cosas ¿es que acaso, la crueldad a la que estamos acostumbrados nosotros los insectos ha sobrepasado lo usual dejando petrificada a mi amiga? Me pregunté.
"Dime, amiga mosca, ¿Qué es lo que te ha orillado a renunciar en definitiva a los humanos?" Le dije en tono incrédulo para atraerla al desahogo.
"Un día, estaba pensando, en si realmente la amistad existía, justo estaba en esas reflexiones cuando un hombre y una mujer se sentaron en la mesa donde me encontraba. Me pareció fascinante oírlos platicar, ambos se contaban sus problemas e incluso por eso me di cuenta que, eran solo amigos, incluso compañeros de trabajo, porque supe que ella era su jefa y él, su trabajador.
Y hablaban con tal confianza que me sentí orgullosa de ser parte de su mesa. Pero mas tarde, a ella se le llenó la vagina de soledad y ahí mismo le dijo a su compañero: "Tengo que hacer unas compras, acompáñame a comprarme trajes de baño por favor" 
El muchacho, perturbado aceptó ¿Qué otra cosa pudiera pensar si amigos son y peor aun, si el dependía directamente de las decisiones de aquella mujer? 
Pero yo, que soy una mosca acostumbrada a la mierda, supe de antemano que aquella mujer, solo buscaba compañía a cualquier costo, y valiéndose de su "autoridad" lo convenció.
Por supuesto, mi querida Catarina, debo confesarte que el morbo me llevó a seguirlos, y aunque iban bastante rápido, pude alcanzarlos justo cuando él esperaba afuera de los vestidores con un semblante de preocupación.
Eché un vistazo al vestidor donde la mujer emocionada elegía las telas más pequeñas y transparentes, pude ver cómo le escurría saliva de sus labios, como una rata hambrienta. Fue aterrador.No quise ver mas, las náuseas me llevaron a revolcarme en un enorme pedazo de estiércol, todo menos volver a ver la cara de aquella mujer tan sola, tan perturbada, tan desesperada.
Pasó el tiempo, y volví a las orillas de aquellos restaurantes, donde esta vez, el mismo muchacho le platicaba a otra mujer de menor edad, que estaba siendo despedido debido a que no había "obedecido" las necesidades de su jefa. Se le veía mas que asustado, trasgredido.
¿Qué sucede con los humanos? Terminó diciéndome la mosca al borde del llanto.
"Seguramente, aquel chico estará bien, si se ama, encontrará un trabajo donde no haya tantos animales hambrientos, o por lo menos, aprenderá a que identificar a las ratas desesperadas alejándose de ellas"
Le dije a la mosca consolándola.
"Probablemente mi querida Cat, pero no me preocupa el muchacho, sino las personas que cada vez se deforman mas sus caras, sus voces son como animales primitivos que caminan entre los demás, ya sea contagiando o lastimando ¡por eso prefiero el campo!"
Dijo la mosca llena de decepción.
Yo quede pensativa, era cierto, había muchos humanos vestidos de azul que tenían cara de cerdo, a los que los humanos asustados les llaman "policías" y algunos otros hombres vestidos con telas amarradas al cuello se estaban deformando en buitres ésos tienen miles de nombres, ahora recuerdo sólo uno; gobernante.
FIN.

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